Crisis Internacionales y Elecciones en Argentina

Anticipan que Argentina tendría un Gobierno de minoría y el desafío mayor sería la gobernanza 

Este domingo 22 de octubre, Argentina realiza elecciones presidenciales en medio de una profunda crisis económica, cuyos resultados serán importantes para la región y para el Paraguay. En este contexto, PLAZA PÚBLICA DENDE compartió un espacio de análisis con un referente político, académico y diplomático del vecino país, José Octavio Bordón, quien, entre otros puntos, considera que el argentino no solo será un votante con mucho enojo sino también con desilusión respecto de las últimas administraciones.

El próximo Gobierno que asuma será uno de minorías, que deberá plantear una fuerte y sincera transición para hacer que los cambios sean sustentables en el tiempo, señaló a la vez de analizar la situación internacional, principalmente relacionada con Estados Unidos y China. Bordón es exgobernador de la provincia de Mendoza, exdiputado y exsenador nacional.

Manifestó que en su país no se puede resolver todo en cuatro años, lo cual lleva a un nivel de diálogo y de acuerdo desde el Gobierno con todos los sectores de la sociedad, incluida la oposición, en el Parlamento y con las provincias. La Argentina tiene una fuerte estructura federal, y que esto es igualmente una parte del poder y la negociación de la gobernanza de calidad y de la gobernabilidad.

Los candidatos que parten como favoritos en el país vecino para ganar las elecciones presidenciales son Javier Milei, Patricia Bulrich y Sergio Massa. Bordón recordó que, según las encuestas, hay probabilidades de que Milei sea uno de los candidatos más votados.

Agregó que, salvo alguna sorpresa que pueda haber en alguna provincia, lo previsible es que Milei no tenga ningún gobernador en un país federal y que sea la segunda o la tercera minoría en Diputados y la tercera minoría en el Senado.

Insistió en que gane quien gane, será un gobierno de minoría, que tendrá que hacer lo inédito en Argentina, salvo en el compromiso con la democracia y con la lucha contra la inflación, para superar la situación económica y social y la dificultad que se tiene para articular con la región y el mundo.

Comentó que el descontento de la clase media no se da solo en Argentina sino en otros países de la región y del mundo.

AMÉRICA LATINA

Con relación a la posición de América Latina ante los conflictos que se presentan actualmente -como la situación entre Estados Unidos y China, la guerra entre Ucrania y Rusia, y la guerra entre Israel y Hamás, en la zona de Gaza-, Bordón manifestó que, si bien no somos actores para resolver los problemas, tenemos mucha importancia por nuestra capacidad de producción de alimentos y nuestra reserva de agua.

A ello sumó que por nuestros desarrollos en algunos temas tecnológicos, especialmente en el campo de la energía, somos jugadores importantes, no para resolver conflictos, pero sí para ver cómo jugamos a favor de nuestro desarrollo, de la paz mundial y del futuro de la humanidad. Añadió que para ello es necesario que en nuestros propios desarrollos, con sus diferencias y sus diversidades, encontremos un punto común, en primer lugar entre los vecinos que compartimos fronteras históricas.

BIPOLARISMO CONFLICTIVO NO HEGEMÓNICO

En otro momento, Bordón sostuvo que estamos viviendo un bipolarismo conflictivo no hegemónico a nivel global, no solamente en lo militar y en lo económico, sino también en lo cultural. Acotó que para Estados Unidos, China dejó de ser stakeholder, o sea parte de un desarrollo, para pasar a ser, en algunas visiones, un adversario, y, en otras, un enemigo. “Estados Unidos empezó a ver a China como un riesgo económico y como un gran competidor en el campo científico y tecnológico”, apuntó.

Dijo que si bien la gran potencia marítima y en el espacio sigue siendo EEUU, China está preparada para hacer una gran potencia integral para el año 2049. Refirió que si bien hay países que están más cerca de otros, no son peones ni de China, ni de Rusia, ni de Estados Unidos.

Expresó que el sistema internacional estatal que viene desde la Edad Moderna hasta hoy está siendo desafiado por los poderes fácticos, legales o ilegales. En el campo legal, es desafiado por el mundo financiero internacional y por el mundo de la producción globalizada que trasciende las reglas de juego, por el mundo de los medios, también globalizados que trascienden cada país; y por los ilegales, que son el crimen organizado, el narcotráfico o el tráfico de personas.

Mencionó que tenemos, por primera vez en la historia, problemas globales que si no tienen acuerdo global, no se solucionan, como el medio ambiente, las pandemias, la inequidad en países más ricos y pobres. “Es el momento de mayor debilidad en el mundo contemporáneo”, alertó.

Consideró que esta competencia no hegemónica puede resolverse de forma violenta, olvidándose de los factores ponen en peligro la humanidad, o va a haber finalmente algún grado de diálogo y consenso para resolver los temas globales.

Finalmente, el moderador del espacio, Yan Speranza manifestó que, de alguna manera, la política en este tiempo de cambios acelerados no tiene el tiempo suficiente para poder solucionar las demandas de la gente e ir generando respuestas favorables. Agregó que la sociedad argentina viene de malas experiencias, en términos de frustraciones muy crecientes y esto pareciera ser que favorece a un candidato como Milei, que tiene un discurso disruptivo, pero que ese discurso disruptivo puede generar un problema en esa lógica de diálogo que se va a necesitar para la gobernabilidad.

Por su parte el titular de DENDE, Alberto Acosta Garbarino, manifestó que Argentina está en un fuerte momento de crisis económica que ha llevado al vecino país a una inflación galopante, de casi el 140 % y un tipo de cambio que se ha disparado a cerca de 1.000 pesos por dólar. Agregó que en medio de esta situación, Argentina está a las puertas de elecciones presidenciales y que aparentemente, cualquiera sea el desenlace, puede presentar una situación caótica que puede tener un impacto muy directo en Paraguay en la inflación y el contrabando.