La ética en el arte de vivir juntos

En este episodio de Plaza Pública, el profesor Vanderley Soela, especialista en ética y liderazgo de la Fundación Don Cabral, reflexionó sobre la importancia de la ética en nuestra vida personal y colectiva. Desde la ética individual hasta su impacto en las organizaciones y la sociedad, la conversación profundizó en cómo este conjunto de principios y valores puede guiar la convivencia armónica y la toma de decisiones responsables.

¿Qué es la ética y por qué es fundamental?

El profesor Soela definió la ética como un conjunto de principios basados en valores y reflexiones constantes sobre nuestras acciones y su impacto. Destacó la diferencia entre ética y moral:

  • La moral se refiere a las reglas y normas de una sociedad específica en un tiempo determinado.
  • La ética se centra en los principios individuales y cómo estos guían nuestras decisiones en diferentes roles y contextos.

Ejemplos concretos de ética aplicada incluyen el respeto por la verdad en el periodismo, la protección de la vida en la medicina, y la búsqueda del bien común en la política.

Soela subrayó que la ética es esencial para enfrentar los desafíos de convivencia en un mundo lleno de contradicciones, y más aún en sociedades como la paraguaya, marcadas por problemas de corrupción en diversos ámbitos.

La ética en las organizaciones y empresas

La conversación abordó la importancia de incorporar la ética en las dinámicas empresariales, destacando tres enfoques clave:

  1. Ética de la convicción: Basada en los valores individuales que guían nuestras decisiones.
  2. Ética de la responsabilidad: Considera las consecuencias de nuestras acciones para el colectivo, incluso cuando estas contradigan convicciones personales.
  3. Ética de la virtud: Promueve la repetición de buenas prácticas hasta que se conviertan en hábitos integrados dentro de una organización.

Soela enfatizó que la combinación de estos enfoques puede ayudar a las empresas a ser más éticas y sostenibles. Resaltó que las organizaciones éticas no solo contribuyen al bienestar social, sino que también son más atractivas para el talento, especialmente entre las nuevas generaciones que buscan trabajar en entornos coherentes con sus valores.

La ética como herramienta de convivencia

Uno de los aspectos centrales de la discusión fue la capacidad de la ética para promover una convivencia más saludable y armoniosa. Según Soela, reconocer al “otro” como un actor valioso, ya sea una persona, la naturaleza o los recursos, es clave para construir sociedades democráticas y sostenibles.

En palabras del profesor, “la ética surge como una luz en la frontera de nuestras relaciones, iluminando la posibilidad de convivir de forma saludable, más perenne y armoniosa”.

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