Entorno menos favorable

En lo que va del 2020 se ha notado un fuerte rebote en todas las economías del planeta como resultado del rápido proceso de vacunación y de las masivas inyecciones fiscales y monetarias realizadas, de esta forma, la mayoría de los países han recuperado los niveles de actividad económica previos a la pandemia.

Sin embargo, aparece un fuerte resurgimiento de la inflación en todos los países, además de otros desequilibrios que requieren de atención por parte de los gobiernos para evitar males mayores en el futuro. Por ejemplo, la tasa de inflación alcanzó en octubre el 6,2% interanual en EEUU y el 4,1% en la zona Euro; y, en China, grandes empresas inmobiliarias tienen problemas financieros debido a sus altos niveles de endeudamiento. Si bien el discurso de los bancos centrales habla de una inflación transitoria, el balance de riesgos y las prioridades de la política económica están cambiando.

Así, la Reserva Federal de EEUU empieza a ajustar su política monetaria desde este mes reduciendo gradualmente la compra de bonos del tesoro y corporativos hasta reducirla a cero a mediados del próximo año. A partir de allí, el siguiente paso será reducir sus tenencias de estos bonos y/o el ajuste de sus tasas de política monetaria, que probablemente ocurrirá antes de lo esperado. Es probable que también el Banco Central Europeo de pasos similares en los próximos meses. Esto tiene implicancias para nuestro país en dos aspectos: Un probable fortalecimiento del dólar con su efecto colateral negativo en los precios de las materias primas y un incremento en los costos del financiamiento internacional. Sin embargo, los elevados niveles de endeudamiento, tanto en EEUU como Europa, ponen límites a la magnitud posible del incremento en las tasas de política monetaria por los impactos fiscales que tendrían. Por lo tanto, si bien las condiciones financieras serían menos favorables, los cambios serán de magnitud acotada.

Por otro lado, el gobierno chino ha moderado sus objetivos de crecimiento económico y hablan de menor crecimiento pero de mayor calidad e ir reduciendo los desequilibrios financieros generados en los últimos años, reduciendo el crecimiento del crédito y del gasto público. Una señal de este cambio es la decisión de evitar un salvataje al sector inmobiliario, ante la inminente quiebra de la mayor empresa desarrolladora Evergrande, enfocándose en mitigar sus efectos colaterales pero sin otorgarle apoyo financiero. Esto también tiene implicancias para nuestro país, por la alta participación que tiene China en el mercado de commodities. Por el momento, los precios futuros de soja para el próximo año son menores al observado este año aunque aún en niveles superiores a los USD 450 por tonelada, que sigue siendo muy bueno para nuestro país.

En nuestra vecindad, las perspectivas no son buenas. En Brasil, las finanzas públicas post pandemia están deterioradas, con deuda y déficit fiscal altos que se ampliará el próximo año por el aumento en las tasas de interés decidido por el Banco Central y por mayor gasto público social, impulsado por el presidente Bolsonaro en medio de una campaña por su reelección. Algunas proyecciones indican una recesión económica para el próximo año y persiste una elevada volatilidad en la cotización del Real. Del otro lado, la Argentina probablemente renegociará su deuda con el FMI sin mayores compromisos de ajuste de sus desequilibrios económicos, seguirá con el control cambiario y tipos de cambio múltiples, con una economía estancada y una inflación alta. Sin dudas, la situación de los países vecinos nos impactará negativamente en los próximos meses.

La recuperación está consolidándose en todo el mundo y la actividad económica está retornando a sus niveles prepandemia. En adelante, observaremos una reconfiguración de las políticas económicas en los países centrales para controlar la emergente inflación y corregir los desequilibrios financieros. Estos cambios modificarán las condiciones que enfrenta nuestro país, aunque aparentemente serán en niveles moderados aún para el próximo año. Sin embargo, la situación económica tiende a deteriorarse en los países vecinos, y será necesario monitorear y mitigar su impacto en los sectores relacionados.

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