El sector forestal. Como futuro de nuestra economía

El Paraguay tiene las mejores condiciones para favorecer el desarrollo forestal en menor tiempo: tierra fértil, sol y agua, y está atrayendo inversiones multimillonarias como la planta de celulosa Paracel que en el norte del país, está invirtiendo más de 3mil millones de dólares y demandará miles de Hás. de bosques para alimentar su planta industrial.

Después de la construcción de Itaipú y del boom de los comodities, el sector forestal puede convertirse en el siguiente determinante que marque el crecimiento económico de nuestro país en las próximas décadas.

Invitados: Víctor González y Raúl Gauto

El mundo está demandando toneladas de  madera y esta oleada alcanzará a Paraguay positivamente si la industria forestal se prepara no solo con más plantaciones, sino también con capacitación a recursos humanos, coincidieron en señalar Raúl Gauto, empresario del sector forestal y miembro del Fepama, y Víctor González, director Jurídico del Infona, durante Plaza Pública DENDE, espacio durante el cual se analizó el tema “El sector forestal como futuro de nuestra economía”, con la moderación de Yan Speranza y editorialización de Alberto Acosta Garbarino, titular de Dende.

Paraguay pasó de tener una industria extractiva maderera a una industria de producción forestal con la plantación de árboles de eucalipto. Este cambio se dio luego a que empresas internacionales como Shell, primero, hace aproximadamente 30 años, apostará por la investigación y el desarrollo forestal maderero, y a ella se sumara la empresa Desarrollo Maderero, que fueron artífices de la transformación a gran escala del proceso de plantación forestal en el país, sin dañar el medioambiente y coadyuvando el desarrollo sostenible del país.

Además de plantaciones forestales y capacitación de recursos humanos, Shell inició un programa de biotecnología muy importante, mediante el cual hoy día tenemos clones en el Paraguay que se están utilizando para comercialización. Fue precisamente esa inversión en biotecnología realizada por esta empresa la que permitió plantar una especie de eucalipto adaptada a nuestro suelo, la cual requiere menor cantidad de agua que otras especies del mundo.

Si bien hay plantaciones de pino y otras variedades, el eucalipto acapara el 98 % del mercado, debido a que la industria encontró que es un sucesor bastante parecido al cedro y otras maderas, y tiene menor costo de producción. A ello se suma que las nuevas tecnologías de manejo permiten que ya no se quiebre como antes, posee alta supervivencia en el vivero y en el campo, crece por día 1,5 centímetros y, a veces, hasta 2 centímetros. Además genera mucha madera barata de producir, entre otras ventajas.

Paraguay, junto a Laos, son los dos países en el mundo donde más crece la vegetación. Nuestro país está asentado en una cuenca fotosintética muy potente, donde la energía del sol combinada con el agua y con el suelo genera uno de los lugares donde más crece la madera en metros cúbicos por superficie. 

Para el empresario Raúl Gauto es inexorable que Paraguay se convierta en un país agropecuario forestal, pues es el complemento ideal sobre todo con la producción ganadera que hoy tiene pasturas naturales o pasturas degradadas, porque diversifica y aumenta su capacidad de ingreso. 

Gauto señaló que la instalación de Paracel permitirá la venida de industrias que se instalarán cerca la planta de producción de la materia prima. No obstante, advirtió que al demandar mucha plantación para la producción, podría afectar a los silos utilizados para el secado de maíz o la soja, que necesitan algún tipo de fuente de energía para este proceso.

Una de las líneas en las que está trabajando el sector privado guarda relación con la creación de un fondo ecoforestal, a través de la casa de Bolsa Cadiem, que permite a las personas destinar, por ejemplo, G. 30 millones, G. 50 millones o G. 100 millones y comprar una cuota de parte de un fondo de USD 6 millones. 

“Nosotros tenemos que generar las herramientas, facilidades y seguridades. Con este fondo instalado es una de las pocas plantaciones forestales que va a tener un seguro forestal, porque, la gente le tiene miedo al incendio y si bien no es un riesgo muy grande, tranquiliza a posibles inversiones. Aparte de eso, tenemos que fortalecer la certificaciones, hacer las mejores prácticas, capacitación. Hay mucho trabajo por hacer desde el sector privado para levantar el estándar y que esto también atraiga a los grandes fondos internacionales que están mirando a Paraguay con mucho interés y creo que apenas Paraguay tenga grado de inversión nos vamos a sentir inundados de recursos para plantaciones forestales”, aseguró.

Entretanto, Alberto Acosta Garbarino, titular de  DENDE, comentó que en Paraguay ocurrieron dos grandes hitos que dieron impulso a la economía: la construcción de la represa de Itaipú y la producción de soja. Añadió que hoy el país está ante un tercer hito que puede marcar el crecimiento para los próximos años, como es la construcción de la planta de celulosa en el norte del Paraguay, con una inversión de más de 3.200 millones de dólares.

“Paraguay tiene todas las condiciones para que este sector se desarrolle y crezca muy rápidamente. El elemento más importante para que se instalen estas plantas es la rapidez con que se pueden plantar los árboles, que son la materia prima para la industria celulosa”, afirmó.

El desarrollo del mercado forestal en nuestro país está incentivando también a que un productor en el Chaco haya confinado 30.000 hectáreas de excedente de bosques para el mercado de carbono, un nuevo mercado en expansión y que se estima que en los 10 años siguientes será un commodity que superará a la carne y a la soja. Para acompañar este nuevo mercado, el Poder Ejecutivo presentó un proyecto de ley que lo regule e incentive.

Por su parte, Víctor Gonzalez señaló que una de las políticas impulsadas por el Infona para acompañar el crecimiento de la industria forestal es destrabar cualquier trámite relacionado con la actividad de plantación forestal o incentivar al sector financiero para brindar apoyo al sector, garantizando el desarrollo  sostenible.

“Hoy en el Chaco no se pueden hacer desmontes en más de 100 has. Tenemos un 85% de habilitaciones encuadradas en el marco legal”, explicó el mencionado director jurídico.

“Para que la banca confíe en un negocio a largo plazo que tiene posibles contingencias, la constitución del vuelo forestal es la garantía real de los bancos y permite acceder a nuevas modalidades financieras como el crédito forestal, que es un crédito donde se devuelven los intereses y el capital en dos etapas” explicó González. 

Finalmente, Yan Speranza señaló que el sector forestal tiene un desarrollo y un potencial de crecimiento enorme, fundamentalmente porque hay una demanda global de madera, y una demanda local que necesita de energía para producir.

Agregó que además tiene un impacto social muy grande a través de la generación de empleo en torno al sector, y en función a eso está todo este potencial enorme de desarrollo que tiene.

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