¿QUÉ COMPRA EL ESTADO?

De acuerdo al análisis de compras públicas que realizó el Observatorio del Gasto Público de Desarrollo en Democracia (DENDE), se observa que conforme al valor de las adjudicaciones, el rubro de construcción, restauración, remodelación y reparación de inmuebles lidera las compras públicas. En esta categoría se registran las obras de infraestructura. En segundo lugar están las compras relacionadas al área de la salud, luego útiles de oficinas, en cuarto lugar equipos, accesorios y programas informáticos, le siguen las compras relacionadas al área militar y de seguridad.

El Observatorio del Gasto Público considera que la Ley de Contrataciones Públicas es un instrumento muy útil para optimizar las compras del Estado, aunque su aplicación aún dista de tener la eficacia esperada, ya se han dado pasos importantes. La duda, no menor, que aún está por develarse es si las compras públicas, ¿responden a las necesidades ciudadanas o no?

Con el inicio del nuevo milenio, se dio lugar a un nuevo proceso de sistematización de las compras públicas con la sanción y promulgación de la Ley N° 2051/03 de Contrataciones Públicas. Anterior a esta Ley, los procesos de compra estaban a cargo de cada Entidad del Estado, donde en varios casos primaban intereses de diversa índole antes que los principios, como los de economía y eficiencia, en la adquisición de los bienes y servicios para el Estado.

A lo largo de estas dos últimas décadas se ha recorrido un largo trayecto y aunque el proceso no estuvo exento de críticas, se han dado pasos importantes en materia de contratación y transparencia en el proceso de compras. Aún hay mucho por hacer y por mejorar, pero lo importante es haber iniciado.

A fin de evaluar qué compra el Estado, se debe considerar i) cuántas adjudicaciones se hacen por año; ii) cuál es el monto de las adjudicaciones por rubros; y, iii) qué cantidad de adjudicaciones se realizan por rubros cada año.

Con relación a las adjudicaciones anuales, se puede observar que, según los datos disponibles en el portal de la Dirección Nacional de Contrataciones Públicas, las adjudicaciones finales (monto adjudicado más las
ampliaciones) han venido disminuyendo año a año en cantidad, considerando que en el año 2010 se tuvieron 5.754 adjudicaciones en tanto que en el año 2022 se registraron 2.948 adjudicaciones. Es decir se han reducido a prácticamente el 50%. Sin embargo, esas cifras no se observan en los montos adjudicados, que han pasado en el 2010 de ₲ 3.949 mil millones a ₲ 10.326 mil millones en el año 2022.

El detalle de cada año sobre el número de adjudicaciones y sus cifras, visualizadas de manera gráfica, se presenta a continuación:

Analizar qué compra la Administración Central no es tarea fácil, dada la diversidad de objetivos que posee la función pública, más allá de la diversidad existente hoy. En el presente estudio, el Observatorio del Gasto Público de DENDE se circunscribe a la categorización hecha por la DNCP, en la cual se visualizan 25 categorías de compras que van en orden de importancia que pueden ser: i) por valor de las adjudicaciones; o, ii) por el número de adjudicaciones.


Si se considera el valor de las adjudicaciones, claramente el rubro de “Construcción, Restauración, Reconstrucción o Remodelación y Reparación de Inmuebles” lleva la delantera, pues en dicha categoría se
registran las obras de infraestructura.


Los detalles (por años y por todas las categorías) en el Anexo I, pero a modo de ejemplo se tienen los 5 rubros más importantes a continuación:

Por otra parte, si se considera el número de adjudicaciones, las partidas más “administrativas” son las que insumen mayores procedimientos administrativos y así se tiene a: 1) Servicios de Limpiezas, Mantenimientos y reparaciones menores y mayores de Instalaciones, Maquinarias y Vehículos (que ocupa el 1° lugar por lejos con 7.961 adjudicaciones en el periodo 2010-2022); a, 25) Minerales (con 4 adjudicaciones en el mismo periodo de análisis). Los detalles de la cantidad de Adjudicaciones por años y por Categoría de compra se visualiza en el Anexo II.

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