Becal: Optimizar impacto

La formación de capital humano avanzado es fundamental para un país como el nuestro, porque tiene oportunidades para hacer un importante “catch up” tecnológico y de conocimientos respecto a los países desarrollados. El apoyo a profesionales de distintas áreas para realizar estudios de postgrado en las mejores universidades es un mecanismo potencialmente efectivo para traer las nuevas tecnologías disponibles y mejorar la productividad de la economía del país. Esto se potencia incorporando a los ex becarios en las principales universidades del país, como profesores investigadores que renueven los programas académicos y desarrollen proyectos de investigación, cuyos resultados esten a disposición de las empresas privadas y entidades públicas del país para su implementación en los sistemas de producción y de prestación de servicios.

Por lo tanto, el éxito de un programa de este tipo no está solamente en la cantidad de beneficiarios, sino más bien en la creación y/o articulación de mecanismos y de una estructura de incentivos para que los mismos se reinserten efectivamente y apliquen los conocimientos adquiridos. Para maximizar su impacto económico en la sociedad es necesario crear, modificar y organizar distintos esquemas de absorción de profesionales altamente capacitados y priorizar la asignación de becas a aquellos ámbitos del conocimiento en cuyas áreas exista mayor escasez en función a las necesidades y potencialidades de desarrollo de nuestro país.

Becal necesita desarrollar una alianza estratégica con por lo menos una Universidad local en cooperación con otra Universidad extranjera y cofinanciar un proyecto de actualización académica en nuestro país, complementado con un programa de investigación e incorporar a los ex becarios como profesores investigadores para aplicar y transmitir sus conocimientos. Para optimizar los recursos existentes, la Conacyt debe formar parte central de esta alianza. Además, dada la escasez de recursos públicos, es necesario priorizar las áreas del conocimiento a ser considerados en función a las prioridades del desarrollo del país. En este sentido, los cuellos de botella están en los servicios públicos. El país requiere expertos en diseño, implementación y gestión de servicios públicos fundamentales como salud, educación, agua y saneamiento, defensa de la competencia, energías renovables, medio ambiente, electro movilidad, etc. La cantidad y las áreas de especialidad deben ser definidas con las entidades públicas responsables, con el compromiso de estas de incorporarlos a su retorno en la aplicación de sus conocimientos con los incentivos adecuados. De la misma manera, dado que hay pocas empresas de tamaño importante que puedan absorber profesionales altamente capacitados, es necesario profundizar el ecosistema de emprendedurismo e innovación, con apoyo para la creación de empresas y capital de riesgo para nuevos emprendimientos.

Finalmente, dada la masa crítica alcanzada en estos seis años de vigencia, en adelante el esfuerzo debiera volcarse hacia maximizar su impacto en la sociedad. Es muy importante que el programa continúe, aunque menos ambicioso en términos de cantidad y más enfocado en modificar la inercia institucional del país para facilitar la reinserción efectiva de los becarios y la aplicación de los conocimientos y experiencias adquiridos.