Perspectivas 2025
Como cada uno de los últimos 20 años, el martes pasado hicimos la presentación de Perspectivas Dende 2025. Es un ejercicio reflexivo sobre la situación política y económica reciente, con la intención de delinear el contexto que podemos esperar y que condicionará los resultados de los negocios en los próximos meses en nuestro país. En general, un entorno político y económico favorable impulsará positivamente nuestros negocios, y uno menos favorable podría actuar como un freno. Visualizar anticipadamente los escenarios posibles nos permite prepararnos para enfrentar mejor las dificultades y/o aprovechar las oportunidades que puedan derivar de ellos.
Este año que termina estuvo marcado por la política económica de ajuste, estabilización y reformas de Javier Milei en la Argentina. Estas políticas eliminaron el déficit fiscal y la emisión monetaria inorgánica para financiarlo. Además, junto con la fuerte devaluación del peso oficial, redujeron la brecha cambiaria con el dólar blue, lo que repercutió positivamente en nuestro país, al reducir los incentivos al contrabando. Esto generó un fuerte repunte en las ventas del comercio formal y en las recaudaciones tributarias.
Sin embargo, el repunte en la producción de soja en el Mercosur, junto con menor dinamismo en las importaciones de China, provocó una recomposición de los stocks mundiales y una caída en los precios internacionales. Como resultado, los precios de exportación del complejo soja de nuestro país bajaron un 26%, más que compensando el aumento en la producción y los volúmenes exportados. Esto generó mayor déficit en la cuenta corriente de la balanza de pagos y un dólar más alto de lo previsto.
Por otro lado, a la buena cosecha de soja se sumaron el repunte en las exportaciones de carne, el buen desempeño del sector servicios y el impulso del crédito al consumo de bienes durables. En su conjunto, estos factores explican un crecimiento del PIB de alrededor del 3,7%, como habíamos previsto.
El próximo año estará marcado por el inicio del segundo mandato de Donald Trump en EEUU. Sus propuestas implican mantener una política fiscal expansiva, una mayor protección arancelaria a la producción industrial y una menor oferta laboral por los controles a la inmigración. Esta combinación de políticas expansivas, en una economía que está en pleno empleo, desembocará en mayores presiones inflacionarias y obligará a la Reserva Federal a ser más cautelosa en su actual proceso de normalización de las tasas de interés de política monetaria. Ante esta perspectiva, en los mercados de capitales se ajustaron las expectativas, previendo tasas de interés de corto y largo plazo más elevadas y un dólar más fuerte. Por otro lado, no se vislumbran grandes cambios en los precios de los commodities relevantes para nuestro país.
En la región, esperamos una evolución positiva para la economía argentina, que probablemente podrá desmontar el cepo cambiario sin mayores impactos inflacionarios, gracias al férreo control de las finanzas públicas y de la emisión monetaria. Sin embargo, preocupa la pérdida de credibilidad de la política fiscal del Gobierno brasileño, que podría debilitar aún más al real brasileño y afectar negativamente las exportaciones paraguayas y el comercio fronterizo con Brasil, sectores muy relevantes para nuestra economía.
Estamos pasando por un contexto mundial poco favorable y mixto en la región. Sin embargo, los precios internacionales de nuestros commodities generan márgenes positivos y permiten que la producción siga creciendo. Además, el reciente grado de inversión que otorgó la calificadora Moody’s a nuestro país está reduciendo el spread de riesgo que exigen los inversionistas a la deuda paraguaya, lo cual compensa en gran parte las mayores tasas de interés de referencia y genera condiciones para la concreción de los proyectos de APP y otras inversiones en el sector celulosa que están en proceso.
Con todo esto, si el fenómeno de La Niña tiene un impacto moderado o bajo en la próxima cosecha de soja, estimamos que el PIB crecería nuevamente alrededor del 3,7% en 2025, con un buen desempeño de todos los sectores económicos.
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