Celulosa y energía solar con alto potencial

La segunda parte del Plan de Crecimiento Económico, preparado por la consultora internacional McKinsey al Ministerio de Industria y Comercio (MIC), se enfoca en el desarrollo de nuevas industrias en las que actualmente nuestro país tiene alta competitividad sobre la base de disponibilidad de recursos naturales y la potencialidad de producir materias primas. Algunas conclusiones y sugerencias del informe son muy relevantes para la priorización e implementación de políticas públicas en los próximos años. Basados en la evaluación de los factores productivos, los recursos y las políticas de incentivo a la inversión que posee nuestro país, los técnicos de McKinsey consideran dos sectores altamente competitivos para atraer inversiones en la próxima década: El desarrollo de la producción industrial basada en la biomasa, y la generación de energía y el desarrollo de la industria electrointensiva.
La disponibilidad de 8 millones de hectáreas de tierras con alto potencial para la producción forestal es la base competitiva para el desarrollo de diversos productos. El principal es la plantación de eucalipto para la producción de pasta de celulosa. La celulosa es el producto de mayor valor agregado y de más generación de empleos por hectárea utilizada, con alrededor de USD 10 mil/ha y 200 empleos/ha. Además, considerando que tiene un mercado global, la producción de celulosa tiene la escala y el potencial de convertirse en la principal industria exportadora del país en la próxima década. Según las estimaciones de McKinsey, con la utilización de 1,5 millones de hectáreas de las tierras disponibles más aptas para reforestación, se podrían instalar 5 plantas de celulosa en los próximos 15 años, con una inversión total de alrededor de USD 22.500 millones, que incrementaría un 30% el PIB en este periodo respecto al actual, con una generación de 300 mil empleos directos e indirectos en todo el país. Si consideramos el impacto que ha tenido la producción de celulosa en la economía uruguaya, estas estimaciones parecen muy plausibles. Esta es la razón por la cual consideramos la concreción del Proyecto Paracel, en el Departamento de Concepción, como un factor estratégico para acelerar el desarrollo de este nuevo motor para la economía paraguaya en las próximas dos décadas.
Otro componente del Plan a destacar es el análisis sobre el mercado energético nacional, que coincide con los realizados por técnicos nacionales. La capacidad disponible de energía se agotaría alrededor del año 2032 en las horas picos y antes del 2035 habrá faltante de energía para cubrir la demanda nacional. Además de sugerir varias medidas de gestión de la demanda y de reducción de las altas pérdidas de la ANDE, los técnicos de McKinsey proponen un plan de inversiones focalizado en capacidad de almacenamiento y en generación de energía solar en la próxima década por ser el de menor costo incremental de generación, dada la disponibilidad uniforme de radiación solar durante gran parte del año. Según sus estimaciones, con esta estrategia, el costo promedio equivalente de energía pasaría de USD 22/Mwh que está actualmente a alrededor de USD 37/Mwh en el año 2035.
Como complemento, realizan un análisis muy relevante sobre las industrias electrointensivas de mayor impacto económico, algo crítico para las políticas públicas. Según sus estimaciones, las plantas de fundición de aluminio y de eMetanol son las que mayor impacto económico tienen en términos de valor agregado y empleo generados por cada 100 MW de capacidad de generación eléctrica utilizada, superando ampliamente y de manera incomparable a la utilización de la misma capacidad para la instalación de data centers y criptominería, ambos muy promocionados en los últimos años en nuestro país.
El estudio de McKinsey, en sus varios componentes, es muy clarificador sobre las oportunidades que tiene nuestro país en términos de diversificación productiva y de generación de valor agregado en las exportaciones, que implican mayor productividad laboral e ingresos potenciales superiores para los trabajadores. Ojalá las autoridades lo consideren e implementen las diversas políticas públicas sugeridas en el documento para acelerar el crecimiento económico potencial del país en la próxima década.
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