Paraguay ante la era del conocimiento.
Estamos en un cambio de era en la que el Conocimiento y la Tecnología son los caminos por donde hoy transitan las sociedades prósperas.
Ese conocimiento sólo se alcanza contando con capital humano altamente calificado, es decir a través de personas que acceden a la formación científica y técnica que se imparte en los masterados y doctorados de las más prestigiosas universidades del mundo.
¿Invierte Paraguay en adecuados Programas como Becal y otros que nos permitan tener Capital Humano Avanzado? ¿En qué etapa están y qué logros y expectativas futuras tienen?
Invitados: Andrea Picaso y Luca Carlo Cernuzzi
Acelerar la formación de capital humano avanzado es fundamental para el desarrollo del Paraguay, teniendo en cuenta que vivimos en plena era de la revolución del conocimiento y la tecnología. Paraguay lo está haciendo con BECAL, enviando a profesionales y a estudiantes a las mejores universidades del mundo, pero necesita mantener el financiamiento del Programa para continuar con este proceso.
Andrea Picaso, coordinadora general de BECAL, y Luca Carlo Cernuzzi, docente e investigador, miembro del Comité de Coordinación Estratégica del Programa BECAL, abordaron en Plaza Pública DENDE el tema “Paraguay ante la era del conocimiento. Los desafíos de la formación de capital humano avanzado”, con la moderación de Yan Speranza y la editorialización de Alberto Acosta Garbarino. Durante el conversatorio se habló de la necesidad de que el Programa continue y se fortalezca como una verdadera política de Estado, por lo que es importante que el Congreso Nacional apruebe el proyecto de financiamiento de BECAL.
En ese sentido, Andrea Picaso manifestó que para implementar la fase 3 de Becal, que apunta a la sostenibilidad del programa, se necesita de la aprobación en el Parlamento de un financiamiento de USD 30 millones otorgado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Si bien el pedido de aprobación ya fue remitido en el año 2020, debido a la pandemia su tratamiento estuvo postergado, pero se espera que lo antes posible sea aprobado por la Cámara de Senadores.
Picaso comentó que la fase 3 de BECAL incorpora instrumentos nuevos, como traer doctorados provenientes de universidades que cumplan con criterios de excelencia académica y que estén distribuidos a lo largo del territorio nacional, de manera a llegar a todos los paraguayos. Para ello, se harían programas de doctorados asociados con universidades locales, es decir, traer programas de calidad mundial a nuestro país.
Otro pilar apunta a la sostenibilidad financiera, para lo cual se trabaja en la construcción de la figura de crédito beca, pensado para personas que pueden acceder a una beca en el exterior, pero sin financiamiento total. La idea es que BECAL cofinancie el posgrado entre un 50 % y un 70 % del costo.
“Estamos en un diálogo para que se pueda dar este aprovechamiento estratégico de capital humano, con actores claves de la sociedad. Para ello, BECAL está firmando convenios con todas las universidades nacionales, y esperamos que puedan ser captados estos recursos como plantel académico y de investigación”, comentó.
Explicó que cada programa de maestría o doctorado al que busca acceder un becario debe estar alineado a los objetivos estratégicos del país de acuerdo con el Plan Nacional de Desarrollo, relacionado con el desarrollo agroindustrial, ciberseguridad y tecnología.
BECAL es el programa nacional de becas de postgrado en el exterior, destinado a financiar maestrías, doctorados y posdoctorados y apunta a la formación de capital humano avanzado, con el objetivo de aplicar y generar conocimiento avanzado en áreas que Paraguay prioriza. Los fondos comprometidos para el programa BECAL ascienden a unos USD 120 millones, para las dos primeras fases. De este total, USD 20 millones provienen de un préstamo del BID y USD 100 millones del Fondo para la Excelencia de la Educación y de la Investigación (FEEI), financiados con recursos provenientes de Itaipú.
“Estos 120 millones de dólares que el sector público destina a los ciudadanos paraguayos efectivamente tiene un retorno positivo, el capital social y privado tiene retorno positivo, lo cual nos muestra que vamos por el camino correcto y sin duda la educación lo es”, apuntó.
Además, BECAL tiene otras modalidades que apuntan a dar respuestas a las necesidades del país, otorgando becas de nivelación de idiomas en Paraguay, entendiendo que el idioma suele representar una barrera para acceder a centros académicos del exterior de excelencia académica. Asimismo, recordó que están disponibles becas de movilidad de grado, que brindan la posibilidad de hacer un semestre académico en universidades del exterior de primer nivel.
En todas las modalidades, hay más de 2.700 paraguayos seleccionados por BECAL, de los cuales están activos (es decir, estudiando actualmente en el exterior y el país) 990 paraguayos, y ya retornaron alrededor de 1.200 paraguayos. El grupo más numeroso corresponde al de maestrías. También señaló que el 55 % de los becarios provienen de colegios públicos, y de este total, el 80 % de sus padres no tiene grado universitario.
Por su parte, Luca Carlo Cernuzzi dijo que BECAL marcó un antes y un después en las oportunidades para poder formarse en centros de excelencia del exterior y resaltó que es un ejemplo de buenas prácticas de gobernanza público privada, pues está manejado por un Consejo Consultivo Estratégico (CCE), integrado por el sector público, privado y la academia.
Cernuzzi hizo hincapié en la necesidad de que el Programa siga contando con una fuente de financiamiento. “Los fondos del FEEI prácticamente se han agotado, pero no sabemos cómo evolucionarán después de la negociación del Tratado de Itaipú, por lo cual se necesita la sustentabilidad financiera del modelo para mantenerlo en el tiempo”, indicó.
Añadió que hay una conciencia cada vez más fuerte de que efectivamente es un programa útil para el desarrollo del país y necesitamos que se sostenga a lo largo del tiempo. Lamentó que haya trabas para quienes fueron al exterior a hacer doctorados, debido a que la Academia está anquilosada y es un ecosistema bastante rígido y poco flexible para incorporar nuevos talentos, aunque resaltó que están trabajando para que esto se revierta.
Entretanto, Alberto Acosta Garbarino manifestó que se está viviendo un cambio de era, con la revolución del conocimiento y la revolución tecnológica, que afecta profundamente la forma de producir y consumir del ser humano, y donde las principales empresas del mundo ya no son agrícolas, industriales o petroleras, sino tecnológicas.
“Es fundamental que el Paraguay, si quiere desarrollarse, acelere la formación de capital humano avanzado, y para eso se creó en el 2015 el Programa BECAL, que en siete años ha enviado a más de 2,700 jóvenes a estudiar a las principales universidades del mundo, ellos están volviendo y enriqueciendo el capital humano paraguayo, pero requerimos enviar mucho más, porque es fundamental para que haya cambios el que pueda existir la masa crítica. Esa es la necesidad que tiene el Paraguay, seguir impulsando el programa de BECAL”, afirmó.
Si bien señaló que hay voces críticas al programa, insistió en que hay que invertir en capital humano avanzado y mejorar radicalmente la educación básica de nuestros niños. “Paraguay tiene muchos problemas, muchas dificultades y necesidades, pero para desarrollar al país requerimos la formación de capital humano avanzado”, aseguró.
Finalmente, Yan Speranza dijo que la formación de capital humano avanzado es absolutamente esencial para el desarrollo del país.
Recordó la existencia de una evaluación de BECAL que muestra que el proceso de reinserción se está dando, en algunos casos con mayores dificultades, como el doctorado, pero se están tomando medidas que permitan un ecosistema que absorba con mayor rapidez todo esto. “Esto no solo va manteniéndose, sino que va evolucionando (…) Las capacidades están y lo que BECAL hace es ir brindando esas oportunidades que muchos están aprovechando”, aseveró.
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