La democracia. El peligro de las promesas incumplidas
Desconfianza hacia las instituciones públicas se explica gran parte por promesas incumplidas de políticos y funcionarios
Gran parte de la desconfianza en lo público en Latinoamérica se debe a que los políticos y los funcionarios no están formados para cumplir sus promesas y para que haya confianza en las instituciones se debe cumplir lo que se prometió, señaló Bernardo Toro, filósofo, educador, físico y pensador latinoamericano. Expresó que el incumplimiento de las promesas puede llevar a la frustración, que a su vez genera rabia en la ciudadanía, señaló durante el programa Plaza Pública DENDE donde, bajo la moderación de Yan Speranza, el intelectual colombiano habló sobre la democracia y el peligro de las promesas incumplidas.
“Algunos problemas que tenemos en América Latina es que atacamos las cosas sin preguntar por qué suceden. Nuestros políticos no se hacen la pregunta de por qué está pasando eso. Entonces, como no quieren explicaciones de fondo, que significaría desarrollar estrategias un poco complejas, acusan. Y la gente lo que quiere es que las instituciones funcionen”, apuntó.
Entre las razones que derivan en la debilidad institucional en nuestros países, el filósofo colombiano señaló la falta de partidos estructurados. Nuestras nucleaciones políticas son más bien máquinas electorales, donde cada político quiere tener votos para estar en el poder y no para gobernar, lamentó. Esta situación crea un problema más complejo, porque cuando un país tiene muchos conflictos, lleva a la ciudadanía a pedir gobernabilidad por encima de la democracia.
Otro inconveniente – refirió el experto- es que en América Latina desconocemos el valor de la justicia restaurativa y preferimos la justicia punitiva, generando leyes que envían mucha gente a cárcel. “Usted no puede hacer una ley para generar delito, tiene que hacer una ley para generar vida, convivencia, una ley es para la gobernabilidad. Nosotros tenemos una gran capacidad para decir lo que no se debe hacer, pero no somos capaces de hacer leyes buenas para incentivar lo que se debe hacer, eso pasa en la educación, en la economía, en la seguridad, en todo”, afirmó.
CONSTRUIR UNA VISIÓN CONTINENTAL
Bernardo Toro mencionó igualmente la necesidad de que los dirigentes políticos saquen un mayor provecho de la visión continental, ya que hasta este momento no hemos sido capaces de construir siquiera un mercado común. Manifestó que actualmente en América Latina circulan 20 millones de personas y se calcula que en los próximos años van a circular más de 60 millones, pero nuestros países carecen de una buena legislación migratoria.
Asimismo, resaltó que América Latina es cultivable y habitable en su mayor parte, lo cual es fundamental para el futuro de crisis climática. Sin embargo, los países solo se enfocan en sus realidades locales. Mencionó que este momento de nacionalismo es muy grave frente a la crisis climática, porque los ríos, los vientos o las epidemias no reconocen fronteras.
Dijo además que Sudamérica tiene el 31% del agua dulce del planeta, por lo cual hay que plantearse cómo vamos a manejar los bienes comunes, como el agua, el oxígeno, el suelo que está mayor parte contaminado. “La pregunta del futuro no es el capitalismo de Estado, sino la gobernabilidad de los bienes comunes, de los bienes que hacen posible la vida y que son gratuitamente dados por el planeta”, expuso.
Advirtió igualmente que la crisis climática no resiste a las empresas depredadoras, y que este tipo de empresas debe desaparecer o la gente lo va a desaparecer. El futuro de la concepción empresarial es mudar las inversiones hacia emprendimientos que apuestan por el cuidado del planeta, indicó.
“El nuevo ordenador del planeta no es ni la derecha ni la izquierda, ni los chinos, ni los rusos, ni los europeos, ni los norteamericanos; el gran ordenador es la crisis climática, cómo vamos a cuidarnos y a cuidar el planeta, la casa común, y cómo vamos a cuidarnos los unos a los otros para seguir siendo humanos”, apuntó.
BIENES PÚBLICOS DE CALIDAD
Toro destacó también la importancia de contar con bienes públicos de calidad, sea en el sector educativo o en los servicios básicos como la provisión del agua. “Si hay bienes públicos de calidad para todos, los bienes privados tienen que ser mejores, de lo contrario, no podrán competir con los bienes públicos”, aseveró.
Por su parte, Alberto Acosta Garbarino, titular de DENDE, manifestó que países como Canadá o Suecia tienen educación pública de calidad, mientras que en América Latina tenemos el problema de que hay educación o salud estatal, pero no hay escuelas públicas o salud pública y que la única manera tener esto es invirtiendo, mejorando y haciendo que ese bien sea de calidad para todos. Agregó que esta es la única manera de conseguir equidad, sin generar ese conflicto social que implica tener que sacar a uno para dar a otro.
Finalmente, Yan Speranza, señaló que hay que hablar de cómo vamos a administrar los bienes comunes que definen la propia existencia de nuestra especie y que la crisis climática nos está mostrando que hay que tomarlo muy en serio. Mencionó la necesidad de construir narrativas superadoras que integren a la élite de las diferentes sociedades entendiendo que nadie puede lograr las cosas solo y cooperando se podrán hacer cambios.
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