Listas desbloqueadas
HAY MAYOR FRAGMENTACIÓN DENTRO DE LOS PARTIDOS POLÍTICOS
Desbloqueo de listas fomenta el bipartidismo e incentiva competencia interna
El desbloqueo de listas consolidó el bipartidismo y a los partidos tradicionales en las primeras elecciones que se realizaron con el nuevo sistema electoral, donde primó la afiliación y gran afectividad de los electores hacia los partidos tradicionales. Sin embargo, es aún muy temprano para determinar si es necesario volver a realizar cambios con miras a las elecciones presidenciales del 2023 o mantener vigente este nuevo sistema y analizar los resultados que puedan darse.
Para debatir si mejoró la calidad de los representantes electos o si se puede esperar que el nuevo esquema permita mejorar la gobernabilidad después de las elecciones municipales, Desarrollo en Democracia (DENDE) reunió a Marcello Lachi, investigador, docente y cientista político con una maestría en Historia Política y candidato a doctor en Ciencias Sociales; y Andrés Carrizosa, PhD en Ciencias Políticas, periodista con énfasis en Comunicación Estratégica e investigador docente del Instituto de Desarrollo. Ambos coincidieron en que las listas desbloqueadas promueven la fragmentación dentro de los partidos políticos y egos personales que se imponen sobre la posibilidad de unificar propuestas.
Marcello Lachi afirmó que el sistema electoral en Paraguay es muy estable, con la presencia de dos partidos tradicionales de alta afectividad, con votos bastante predecibles. Agregó que el sistema de la lista preferencial sorpresivamente cambió los votos en la Junta Municipal, premiando a los partidos tradicionales, donde los afiliados optaron por elegir a un candidato específico de su partido, en lugar de uno de la estructura de otro sector político. “La clientela existe y siempre existió, no es que se amplió, sino que se reorganizó. Si antes se concentraba en las internas, ahora se ha desplegado también en las elecciones generales”, explicó.
Marcello Lachi y Andrés Carrizosa – 20/10/2021
Como aspecto positivo, destacó que este nuevo sistema ayuda a renovar, pues permite que puedan entrar personas que cuentan con apoyo popular.
Sobre el problema de la fragmentación, Lachi señaló que precisamente esto no responde al sistema electoral, sino a la cabeza de cierto liderazgo. “Y si no cambiamos esa cabeza, es complicado”, añadió. Agregó que si la oposición quiere ganar, necesita una alianza sólida, con un candidato fuerte que tenga alta empatía y carisma.
Por su parte, Andrés Carrizosa dijo que, si bien existe un cambio, este nuevo sistema sigue favoreciendo a los partidos grandes. “El desbloqueo sí favoreció más a los que tienen mayor diversidad interna, pues si en las internas perdía ya no estaba tan entusiasmado en las generales y ahora esto permite que uno siga teniendo esperanzas de que en las generales pueda lograr reconfigurar la lista final con el voto preferencial por un candidato especifico”, explicó.
Remarcó que “con el nuevo sistema disminuye el incentivo a hacer votos cruzados o de no votar por la lista si el que a vos te gusta está muy hacia abajo. Y los que pierden con las listas desbloqueadas son los partidos que tienen una ideología muy definida”, refirió al tiempo de señalar que esto promueve la fragmentación interna. “Antes se peleaban a muerte en las internas y en las generales ya eran todos aliados, pero ahora con las listas desbloqueadas seguirán estas peleas”, puntualizó.
El sistema anterior fomentaba diversidad interna, sobre todo en los dos partidos tradicionales, la diferencia es que estas pujas internas se premian más en las listas desbloqueadas, pues si no les va bien en las internas, tienen la posibilidad de reordenar la lista y espantan menos los votos.
Para Carrizosa, se podría analizar un cambio con miras a las elecciones presidenciales, donde se mantenga este sistema para elegir a los diputados, pero se vuelva al sistema anterior para elegir senadores. Esto podría evitar una potencial regionalización de las listas de senadores y siempre es importante que la cámara alta mantenga esa suerte de visión nacional y no tan regional.
Entretanto, Alberto Acosta Garbarino, titular de DENDE, manifestó que el sistema electoral tiene incidencia en la calidad de la democracia. Recordó que algunos estudiosos sostienen que es la estructura económica, social y cultural la que determina la calidad de la política. Sin embargo, indicó que el sistema electoral permite que diferentes actores puedan llegar a los cargos públicos y ejercer esa representación y puso como ejemplo a Estados Unidos o Argentina. “El sistema electoral tiene su enorme influencia en la forma de elegir y en algunos aspectos en la calidad de la representación”, expresó.
Finalmente, Yan Speranza indicó que con este nuevo sistema queda claro que la afiliación y afectividad favorecen a los partidos tradicionales, y claramente obliga a la oposición a trabajar intensamente en pos de alianzas amplias que tengan posibilidad de competir electoralmente.
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